• Ciencia y actualidad

¿Diferencias entre probióticos y prebióticos?

La salud de nuestra flora intestinal o microbiota ¡microbiota depende de nuestro bienestar!

Los descubrimientos sobre la microbiota intestinal de los últimos años tienen la misma importancia que los relativos a las células madre. Ofrecen la posibilidad de detectar precozmente patologías graves y nos permiten vislumbrar nuevas terapias para enfermedades de gran impacto para nuestras sociedades actuales como la obesidad, la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson…)…

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Para mantener nuestra microbiota intestinal se recomienda consumir regularmente probióticos y prebióticos. Los probióticos están compuestos por especies de bacterias que deben llegar vivas a nuestro intestino. Los prebióticos son el alimento de las bacterias que viven en nuestro intestino. Para mantenerlas activas y permitir su desarrollo, nuestra dieta debe ser suficientemente rica en prebióticos.

Aunque hoy en día se critica un poco el valor de los probióticos (1), ¡no cabe duda del valor de los prebióticos!

Los prebióticos son principalmente fibras alimentarias que se encuentran preferentemente en las plantas… ¡pero también en ciertas algas como la chlorella!

La chlorella ya es bien conocida por resolver los problemas de estreñimiento. Sus efectos sobre el intestino son inmediatos y se notan desde la primera toma.

Sin duda, los prebióticos de la chlorella pueden explicar en parte su rápida acción y sus efectos sobre nuestro bienestar.

Los prebióticos protegen nuestra microbiota intestinal

Resumen de los conocimientos sobre los prebióticos :

Dos investigadores (2) han descubierto que los prebióticos (un tipo de fibra alimentaria) pueden modificar más de un centenar de bacterias de la microbiota intestinal de animales obesos y diabéticos de tipo 2. Demostraron que algunas de estas bacterias participan en el metabolismo de los alimentos. Demostraron que algunas de estas bacterias participan en el diálogo entre las hormonas producidas por el intestino y órganos clave como el cerebro, el páncreas o el tejido adiposo.

Así es como la expresión de la leptina, hormona asociada a la mejora de la diabetes de tipo 2, se reactivaría gracias a los prebióticos.

Se ha demostrado el valor de los prebióticos para preservar la barrera inmunitaria intestinal (3), así como su impacto en el control del apetito y del peso (4).

Algunos estudios han demostrado que algunos prebióticos pueden reducir los niveles de insulina, triglicéridos y colesterol en personas obesas.

La microbiota intestinal

Y sí, tenemos que aceptarlo: ¡somos vehículos de colonias bacterianas sin las cuales no podríamos vivir y la calidad de estas colonias determinará nuestra salud y bienestar en su conjunto!

Albergamos miles de microorganismos, la mayoría de los cuales nos son útiles e incluso indispensables. Una gran parte de estos microorganismos son bacterias que viven en nuestro intestino, constituyen nuestra microbiota intestinal o flora intestinal.

Véase también nuestro artículo » Nuestro intestino piensa con 200 millones de neuronas» (Informe Arté).

¡El intestino está lleno de terminaciones nerviosas que se comunican con el cerebro!

Los médicos hablan de un «eje intestino-cerebro «. Ahora se ha demostrado que las bacterias intestinales desempeñan un papel fundamental en el establecimiento de este vínculo. Participan en nuestra protección inmunitaria. Pueden estar implicadas en trastornos del sistema nervioso central, como la ansiedad, la depresión y el autismo. Desempeñan un papel importante en enfermedades como la obesidad y sus consecuencias, como las cardiopatías y la diabetes de tipo 2.

Las bacterias intestinales influyen en las enfermedades autoinmunes que sufren un grave trastorno de la comunicación intestino-cerebro. Están implicadas en enfermedades inflamatorias de las articulaciones (artritis) y del intestino y en el cáncer de colon.
Ahora sabemos con certeza que la composición de nuestra flora intestinal (microbiota intestinal) influye en el desarrollo de muchos problemas de salud.

Estos descubrimientos sobre la microbiota intestinal están llenos de esperanza! La esperanza es que descubramos «nuevas bacterias» y los medios para fomentar su desarrollo, capaces de tener un impacto positivo en el organismo, allí donde las terapias actuales no tienen éxito.

¿Por qué proteger nuestra microbiota intestinal?

Nuestra salud y calidad de vida dependen del equilibrio de nuestra microbiota intestinal o flora intestinal.Está compuesta por cientos de especies de bacterias que viven en simbiosis y cada una de las cuales desempeña una función específica.

Una flora intestinal variada se considera saludable. Debe tener un número y una cantidad suficientes de especies beneficiosas.
Se ha demostrado que ciertas especies de bacterias presentes en las personas sanas están ausentes de la microbiota intestinal de las personas obesas.

¿Cómo podemos proteger la microbiota intestinal?

Podemos actuar sobre nuestra microbiota para favorecer el desarrollo de bacterias beneficiosas y reducir el de bacterias perjudiciales. Para ello, debemos seguir un estilo de vida saludable.
El ejercicio y una dieta sana ayudarán a mantener una flora intestinal variada y equilibrada.

Seguir una dieta sana y variada

Cada especie de bacteria desempeña un papel diferente en nuestra salud. Cada una requiere nutrientes específicos para su crecimiento. Por eso es importante seguir una dieta sana y variada.

Limitar el crecimiento de bacterias enemigas

Los azúcares y las grasas deben reducirse para evitar favorecer el desarrollo de bacterias patógenas o de levaduras u hongos como la cándida. También deben evitarse los edulcorantes artificiales como el aspartamo

Consumo regular de probióticos: aportan bacterias buenas al intestino

Probióticos en cápsulas: en las tiendas se suelen encontrar cápsulas que contienen una mezcla de microorganismos vivos, compuesta por varias especies como los lactobacilos y las bifidobacterias.

Los estudios han demostrado que los probióticos pueden ayudar a restablecer una microbiota alterada.En los últimos años, el suministro de bacterias a través de probióticos ha sido objeto de controversia porque los estudios no han demostrado que sean capaces de modificar la microbiota de forma permanente.

Sin embargo, estos estudios demuestran que pueden restablecer una microbiota desequilibrada a una microbiota sana.

Probióticos en nuestra alimentación: las bacterias beneficiosas están presentes en los alimentos fermentados. Estarán ausentes en cualquier producto pasteurizado, esterilizado o que contenga conservantes.

Se recomienda consumir regularmente alimentos fermentados como; chucrut, yogur (5), kéfir…

Asegúrese de que las bacterias buenas llegan vivas al intestino

Tomar probióticos es bueno, pero dejar que esperen su lugar de acción es aún mejor
Antes de llegar al intestino, muchas de las bacterias buenas ingeridas serán destruidas porque son sensibles a los medios ácidos. Para favorecer la supervivencia del mayor número posible, el consumo de yogur ayudará, ya que reduce la acidez del estómago.

Ayudar a las bacterias buenas a crecer en el intestino

Hay que consumir prebióticos, ya que son el alimento de las bacterias intestinales. Permiten su supervivencia y desarrollo. Se trata principalmente de fibras (o hidratos de carbono complejos) que no son transformadas por nuestro sistema digestivo y que llegan enteras al intestino grueso.

Numerosos estudios han demostrado que los prebióticos favorecen el crecimiento de bacterias sanas, en particular las bifidobacterias.

Las diferentes especies de bacterias que componen nuestra microbiota tienen sus propias necesidades nutricionales. Por lo tanto, es importante llevar una dieta variada que garantice un buen equilibrio entre las colonias.

Las fibras contenidas en nuestra dieta favorecerán la supervivencia y el desarrollo de determinadas bacterias aliadas. Forman parte de la familia de los hidratos de carbono (azúcares), algunos de los cuales son complejos.

Las fibras no son digeridas por el organismo, llegan sin transformación al intestino.

La fibra debe ser una prioridad en nuestra dieta porque, además de alimentar a ciertas bacterias beneficiosas, interviene en el control de nuestro peso. En efecto, reduce la absorción de las grasas y de diversos azúcares, disminuyendo así su carga glucémica. Tienen un efecto positivo sobre la saciedad. También sabemos lo importante que es la fibra para el equilibrio del tránsito intestinal y la lucha contra el estreñimiento.

Los alimentos que contienen fibra son principalmente vegetales y se encuentran en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.

Las necesidades diarias de fibra por adulto son de unos 30 g.

Algunas microalgas contienen prebióticos, como la chlorella ecológica que contiene entre un 10 y un 20%.

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Fuentes

[1] McFarland LV, Use of probiotics to correct dysbiosis of normal microbiota following disease or disruptive events: a systematic review, BMJ Open. 2014 Aug 25;4(8)

[2] Delzenne NM and col., Gut microorganisms as promising targets for the management of type 2 diabetes. Diabetologia. 2015 Oct;58(10):2206-17

[3] Everard A and col., Microbiome of prebiotic-treated mice reveals novel targets involved in host response during obesity. ISME J. 2014 Oct;8(10):2116-30

[4] Delbès A and col. Prebiotics Supplementation Impact on the Reinforcing and Motivational Aspect of Feeding” Front Endocrinol (Lausanne). 2018 May 29;9:273

[5] En France la dénomination yaourt (ou yoghourt) est règlementée (*). Elle est réservée au lait fermenté obtenu, selon les usages loyaux et constants, par le développement des seules bactéries lactiques thermophiles spécifiques dites Lactobacillus bulgaricus et Streptococcus thermophilus, qui doivent être ensemencées simultanément et se trouver vivantes dans le produit fini jusqu’à la DLC, à raison d’au moins 10 millions de bactéries par gramme rapportées à la partie lactée. De plus, la quantité d’acide lactique libre contenue dans 100 g de yaourt ne doit pas être inférieure à 0,7 g.

(*) Spécification technique n° B3-07-09 destinée à l’achat public, élaborée par le Groupe d’étude des marchés de restauration collective et de nutrition (GEMRCN), et approuvée par décision n° 2009-03 du 30 juillet 2009 du comité exécutif de l’OEAP.

Nota del equipo eChlorial
Queremos subrayar que las personas entrevistadas o que escriben en nuestro blog lo hacen con toda sinceridad y sin ningún conflicto de intereses.

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