La espirulina bio es un aliado precioso para mantener su peso o recuperar un peso acorde con su personalidad. Actúa naturalmente como quemador de grasas, ayuda a adelgazar y a mantener su peso en proporciones armoniosas (IMC o IMC).
La espirulina ayuda a controlar nuestro peso
Las microalgas son cada vez más conocidas y utilizadas por sus virtudes neutracéuticas o propiedades saludables. Su composición las convierte en notables alimentos naturales que aportan micronutrientes para complementar o equilibrar nuestra dieta. Contienen componentes bioactivos que les confieren propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas y antimicrobianas.
Los investigadores han demostrado que poseen componentes cuya actividad puede combatir el sobrepeso e incluso la obesidad. La actividad antiobesidad de las microalgas ya no está en duda, pues ha sido ampliamente comprobada.
Entre las microalgas cuyo consumo está autorizado, la espirulina ha sido objeto de estudios sobre sus propiedades antiobesidad (Saioa Gómez-Zorita 2020).
En los últimos años se han publicado numerosos artículos científicos sobre este tema. En ellos se presentan los resultados obtenidos in vivo, in vitro, así como los resultados de estudios clínicos doble ciego en humanos. Las capacidades de las microalgas para luchar contra la obesidad parecen evidentes.
La espirulina ayuda a eliminar las grasas. Ayuda a perder peso y a controlarlo. La espirulina es un excelente suplemento dietético, un apoyo para las dietas de adelgazamiento. La espirulina ayuda a perder peso y evita las deficiencias a menudo asociadas a las dietas de adelgazamiento demasiado severas o mal seguidas.
¿Qué es el IMC?
El IMC o índice de masa corporal es el IMC o índice de composición corporal. Es un índice reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que permite calcular la corpulencia de una persona en función de su peso y su talla.
Se calcula de la siguiente manera: dividir el peso (en kg) por el cuadrado de la estatura (m2).
Un IMC considerado normal por la profesión médica se sitúa entre 18,5 y 25. Si se sitúa entre 25 y 30, se trata de sobrepeso, y entre 30 y 40, de obesidad. Por encima de un IMC de 40, la obesidad es un riesgo importante para la supervivencia, al igual que un IMC inferior a 15, que indica una delgadez excesiva. En Francia, alrededor del 15% de la población está afectada por la obesidad, según la última encuesta Obepi Roche, Investigación Médica, Enfermedades Cardiovasculares de 2012.
El sobrepeso o simplemente el exceso de peso es un factor de riesgo conocido de varias enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, la insuficiencia cardíaca, la aterosclerosis, pero también la diabetes, los problemas articulares…
Es importante encontrar el peso adecuado, aquel en el que te sientes bien en tu cuerpo y en tu cabeza. A medida que envejecemos, tendemos a engordar y cada vez resulta más difícil perder el exceso de peso. Por ello, es preferible prevenir la aparición del sobrepeso. Para cuidar su salud, se recomienda llevar una alimentación sana, variada y equilibrada y practicar una actividad física regular.
Dosis recomendada
Los estudios que demuestran los efectos de la espirulina en la pérdida de peso y el control de la obesidad concluyen que los efectos pueden observarse a partir de los tres meses de consumo, con una ingesta de espirulina de entre 1 y 4,5 gramos al día . Consulte también la guía completa ➤ Espirulina Ecológica: Consejos de utilización y Posología.
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Explicación: ¿Cómo puede ayudarnos la espirulina a perder peso?
Los científicos han publicado los resultados de estudios sobre los mecanismos de acción que permiten comprender mejor las propiedades de las microalgas sobre la gestión de las grasas y, por tanto, sobre el control del peso. En resumen, los componentes bioactivos de microalgas como la espirulina actúan limitando la acumulación de grasa en los tejidos.
Los científicos explican por qué la espirulina ayuda a controlar el peso:
El mecanismo de acción de la espirulina es la inhibición de la diferenciación preadipocitaria, reduciendo así la lipogénesis de novo y el ensamblaje de los triglicéridos (TG). Esto se traduce en una disminución de la acumulación de grasa en los tejidos. La amplificación de la reacción de oxidación de los ácidos grasos y el aumento de la lipólisis contribuyen a reducir las posibilidades de almacenamiento de grasas. En pocas palabras, la espirulina limita la maduración de los adipocitos, las células grasas que se almacenan en los tejidos.
Además, al provocar un aumento del gasto energético debido a la termogénesis, la espirulina actúa sobre el tejido adiposo reduciendo la capacidad de almacenamiento. A su manera, la espirulina quema las grasas.
Es interesante observar que la espirulina, al limitar el exceso de almacenamiento de grasa en los tejidos, reduce en consecuencia los efectos secundarios asociados al sobrepeso. Un menor exceso de grasa en los tejidos permite un mejor control de los lípidos plasmáticos, una actividad normal de la insulina y, por tanto, una reducción de la diabetes y de las inflamaciones ligadas al sobrepeso.
Los estudios muestran una excelente sinergia entre la asociación de un consumo regular de espirulina y la actividad física: ¡un excelente programa para adelgazar protegiendo la salud!
Resumen de los últimos resultados de los estudios sobre «espirulina y obesidad
La literatura contiene un gran número de resultados de estudios in vitro e in vivo y en los últimos años se han publicado estudios clínicos. A continuación se presentan algunos resúmenes de estudios y sus referencias.
Las conclusiones del artículo de Sajjad Moradi et al, publicado en diciembre de 2019 en la revista «Complementary Therapies in Medicine» son las siguientes: ¡la suplementación con espirulina reduce significativamente el peso corporal, especialmente en personas obesas!
Este artículo proporciona una revisión sistemática y un metanálisis para resumir los ensayos clínicos aleatorios publicados que evalúan el efecto de la suplementación con espirulina sobre la obesidad.
Se identificaron estudios relevantes utilizando las bases de datos Embase, Scopus, ISI Web of Science, PubMed y la biblioteca Cochrane hasta mayo de 2019. Las diferencias de medias (DM) se agruparon utilizando un modelo de efectos aleatorios. La heterogeneidad del intervalo de confianza (IC), el análisis de sensibilidad y el sesgo de publicación se informaron mediante métodos estándar.
Estos son los resultados de 5 estudios (7 grupos de tratamiento) que mostraron una reducción significativa del peso (DM: -1,56 kg, IC del 95%: -1,98 a -1,14) después de la administración de suplementos de espirulina. Un análisis de subgrupos basado en el estado de salud reveló que el cambio de peso en los sujetos obesos (DM: -2,06 kg, IC del 95%: -2,45 a -1,68) fue mayor que en los participantes con sobrepeso (DM: -1,28 kg, IC del 95%: -1,62 a -0,93) tras la administración de suplementos de espirulina. Además, un análisis conjunto mostró que la suplementación con espirulina produjo una reducción significativa del porcentaje de grasa corporal (DM: -1,02; IC del 95%: -1,49 a -0,54) y del perímetro de la cintura (DM: -1,40; IC del 95%: -1,40 a -1,39), pero no del índice de masa corporal ni del cociente cintura/cadera.
Hernández-Lepe et al. realizaron un estudio clínico doble ciego para evaluar los efectos de la espirulina máxima en los niveles de lípidos en sangre y en el índice de masa corporal (IMC). El estudio combinó el consumo de espirulina con ejercicio físico.
El estudio se realizó en un grupo de hombres adultos con sobrepeso y dislipidemia. Los resultados muestran que un consumo de 4,5 g al día de espirulina asociado a la realización de una actividad física moderada, dos veces por semana, conducen a una mejora de las condiciones físicas y biológicas de las personas implicadas. La espirulina actúa en sinergia con la actividad física para reforzar los efectos sobre la composición corporal. Mejora las características cardiorrespiratorias y el perfil lipídico, reduciendo los riesgos cardiovasculares.
Miczke & Szulinska et al. realizaron un estudio doble ciego frente a placebo en un grupo de adultos de entre 25 y 60 años con un IMC > 30 kg/m2 . El consumo de 0,5 g, dos veces al día de espirulina durante 3 meses, provocó una disminución del IMC, del perímetro de la cintura, del nivel sérico de lípidos, del LDL-colesterol (el colesterol malo), de la glucosa y de los niveles de insulina. No se observaron diferencias en los niveles de HDL-colesterol (el colesterol bueno) y TG.
Los científicos demuestran que tras sólo 3 meses de consumo de espirulina, los pacientes hipertensos con riesgos cardiovasculares importantes también muestran una mejora de su presión arterial y de sus funciones endoteliales.
Zeinalian et al. realizaron un estudio doble ciego controlado con placebo durante doce semanas (1 g al día de spirulina platensis. Los resultados muestran efectos positivos sobre el IMC, los niveles de lípidos en sangre con un efecto sobre la reducción del apetito.
Yousefi et al. presentan los resultados de un estudio doble ciego controlado con placebo en sujetos con un IMC entre 25 y 40 kg/m2. Los resultados de una suplementación con espirulina de 0,5 g (x 2) al día durante 12 semanas llevan a los científicos a presentar la espirulina como un excelente complemento alimenticio para la reducción de peso.
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