Un estudio reciente (1) ofrece los resultados de un método para combatir la anemia y la inmunodeficiencia de las personas mayores. Este método sencillo, eficaz y barato consiste en el consumo regular de espirulina con sus conocidas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Antes de resumir el estudio, recordemos algunos conceptos:
¿Cuáles son los principales elementos que componen nuestra sangre?
Nuestra sangre está compuesta por células que circulan en un fluido llamado «plasma sanguíneo». Estas células son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
Glóbulos rojosGlóbulos rojos: también llamados hematíes o eritrocitos. Los glóbulos rojos son ricos en hemoglobina, que les da su color rojo. De hecho, la molécula de hemoglobina une hierro y es capaz de unirse alternativamente al dioxígeno y al dióxido de carbono para cumplir su función de intercambio gaseoso.
Una disminución anormal de su número corresponde a una anemia.
Glóbulos blancos : se trata de una familia de células sanguíneas que incluye linfocitos, monocitos y células polinucleares. Son los agentes de nuestro sistema de defensa inmunitario. Se encargan de protegernos contra agresores externos como virus y bacterias.
El número, la distribución y la calidad de los glóbulos blancos son la clave de una buena inmunidad.
PlaquetasLas plaquetas son fragmentos de células capaces de unirse entre sí. Las plaquetas son responsables de la coagulación.
Los glóbulos blancos y el sistema inmunitario
Cuando hablamos de inmunidad, nos referimos a la inmunidad que nos ha sido transmitida a través de nuestros genes, lo que se denomina inmunidad innata. También es la inmunidad que nuestro cuerpo ha creado a lo largo de sus encuentros con microbios. Nuestro cuerpo es capaz de crear sus propias defensas, que son específicas, y esto se conoce como inmunidad adquirida.
El sistema inmunitario es complejo. Si tuviéramos que resumirlo de forma muy sencilla, diríamos que está formado por una cadena de actores que va desde el mensajero, el lanzador de alertas, pasando por los limpiadores encargados de eliminar a los enemigos, hasta una fuerza armada de combatientes encargados de matar a los agresores. Los defensores y limpiadores son los glóbulos blancos. Si se reduce el número de células de alerta y el número de células de defensa, como las citoquinas (2), la inmunidad se debilita. Este es el caso de las personas afectadas por enfermedades o de edad avanzada.
La inmunosenescencia es una pérdida de la función inmunitaria relacionada con la edad
Según la ley de la naturaleza, nuestras funciones inmunitarias disminuyen su rendimiento con la edad, lo que se conoce como inmunosenescencia. Se caracteriza por una menor capacidad para combatir las infecciones.
Los investigadores han demostrado que es posible estimular las células del sistema inmunitario presentes en el tubo digestivo (3, 4, 5). Son un objetivo ideal porque son fácilmente accesibles. Por lo tanto, una dieta adecuada puede ser un enfoque muy relevante para estimular la inmunidad, especialmente en personas afectadas por inmunosenescencia o enfermedad.
La anemia suele estar causada por la falta de hierro, pero también por la falta de vitaminas B12 o B9.
La anemia se caracteriza por un nivel anormalmente bajo de glóbulos rojos en la sangre. Es consecuencia de una producción insuficiente o de una destrucción o pérdida anormal de glóbulos rojos. Los estudios han demostrado que la mayoría de las mujeres en edad fértil tienen carencia de hierro debido a una reposición insuficiente de sus reservas de hierro por la pérdida mensual de sangre. Las personas muy mayores suelen tener carencia de glóbulos rojos por falta de hierro y/o vitaminas B12 y B9, ya que estas vitaminas se absorben peor con la edad.
La hemoglobina, la molécula unida al glóbulo rojo que contiene hierro y le da su color, se vuelve insuficiente para el funcionamiento normal de la sangre. La anemia es a menudo el resultado de una carencia de hierro, pero también puede deberse a una falta de vitaminas B12 o B9, que se encuentran con frecuencia en personas que comen poca o ninguna carne, como los vegetarianos, los veganos o las personas mayores.
Estos componentes esenciales deben estar suficientemente presentes en nuestra dieta. Cuando no es así, los complementos alimenticios ricos en hierro o vitaminas B12 o B9 pueden ser una solución muy sencilla para la anemia.
Cuando el aporte alimentario de hierro y vitaminas B12 y B9 es suficiente, la anemia puede deberse a un problema relacionado con su asimilación, como es el caso de la vitamina B12 con la enfermedad de Biermer. También hay que tener en cuenta que las personas mayores pueden experimentar una disminución de su capacidad para asimilar estos componentes. En caso de carencia grave de vitamina B12, las inyecciones regulares pueden resolver el problema de la anemia.
Los efectos de la espirulina sobre la anemia y la función inmunitaria en las personas mayores
Resumen de la publicación: Carlo Selmi1,2, Patrick SC Leung1 , Laura Fischer3 , Bruce German3 , Chen-Yen Yang1 , Thomas P Kenny1 , Gerry R Cysewski4 y M Eric Gershwin1 Los efectos de la espirulina sobre la anemia y la función inmunitaria en personas mayores Cellular & Molecular Immunology (2011) 8, 248-254 2011 CSI y USTC
Se eligió la espirulina para el estudio porque es un suplemento dietético fácilmente disponible capaz de estimular los sistemas homeostáticos hematológico e inmunológico.
La espirulina orgánica es una conocida cianobacteria o alga verde azulada. Ha sido utilizada por los aztecas como complemento alimenticio desde la antigüedad. Es rica en proteínas, carotenoides, vitaminas y minerales, pero también en hierro bioasimilable.
Se sabe que tiene efectos inhibidores de la aterosclerosis, probablemente debido a su capacidad para inhibir la secreción de leptina y mejorar la resistencia a ésta. Los estudios demuestran su capacidad para combatir la sobrecarga de lípidos en el hígado (6, 7), el estrés oxidativo (8), la hiperglucemia (9, 10), la hipercolesterolemia (11) y la hipertensión arterial (12).
La figura adjunta muestra un aumento de la proporción de glóbulos blancos después de tomar espirulina. Recordemos que nuestro sistema inmunitario depende de la cantidad y la calidad de nuestros glóbulos blancos.
Los investigadores de este estudio concluyen que los resultados obtenidos muestran un beneficio real de la ingesta diaria de espirulina (3g/d) para luchar contra la anemia por falta de hierro y contra la inmunosenescencia.
Teniendo en cuenta la ausencia de riesgo en el uso de la espirulina, la puesta en marcha de un gran estudio clínico aleatorizado confirmaría la recomendación de su consumo regular por las personas mayores y las personas que sufren anemia.